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jueves, 11 de julio de 2013

Cómo acabar un puzzle en 22 años


Algunos puzzles son difíciles de completar. Puede tardarse 22 años. Ocurre que las piezas pueden estar dispersas por todo el mundo y costar un dineral. Es lo que le ha ocurrido al presidente de la Fundació Arqueològica Clos, el hotelero y coleccionista Jordi Clos, con su capilla de Iny, un pequeño templete funerario del año 2.230 aC, de la VI dinastía, dedicado a dicho noble, un explorador que sobrevivió a tres faraones; posiblemente estaba en Saqqara, pero no existe certeza. Avancemos que Clos ha acabado el puzzle, al menos uno que se puede mostrar, y que está ya expuesto en su museo, el Museu Egipci de Barcelona. La historia del puzzle es casi tan buena como la pieza.


En 1991, Clos adquirió en subasta en la galería Sotheby's de Londres una bella estela, a la sazón una falsa puerta de una capilla, para exhibirla en su hotel insignia, el Claris, que por entonces estaba a punto de ser inaugurado. La pieza citaba a un tal Iny, del que se sabía bien poca cosa.

En 1996, Clos estaba visitando una galería de París, Orient-Occident, y se quedó helado al reconocer los caracteres de Iny en un fragmento calcáreo. "Torpe", reconocía ayer, mostró su euforia a la galerista. "Mi sonrisa dobló el precio", se ríe ahora. Estuvo dos años pidiendo a cualquiera que viajara a París que comprobara si la pieza seguía allí. En 1998 pudo adquirirla.

En el 2000 detectó otro fragmento, precioso, donde se ve a Iny y una serie de ofrendas, aunque el nombre está partido, se intuye quién es. La sábana calcárea es preciosa. Salió a subasta en Nueva York, y Clos la compró, en dura competencia.

Con esta tercera parte del puzzle, la investigación sobre Iny avanzó. En el 2004, el profesor italiano Michele Marcolin, que ha trabajado en universidades italianas y en museos japoneses, donde ahora sabemos que hay piezas del mismo monumento, contactó con el Museu Egipci, alertado de su interés por Iny. Marcolin estaba investigando su vida. Aquel hombre había servido a los faraones Pepi I, Merenre I y Pepi II y tiene numerosos títulos: Amigo Único del Emperador, Jefe de Exploradores, Portador del Sello Divino en las Dos Grandes Barcas y Jefe de Guerreros: toma ya. Es, explica Mariàngela Taulé, director del Egipci, "el primer explorador documentado". Como tal viajó a las actuales Palestina, Siria y Líbano, de donde se llevó barcos (por la madera) y plomo o estaño, en la primera cita faraónica de comercio de este material.

En el 2011, el Museu Egipci supo de otra subasta, en Nueva York, de una pieza donde había un Iny medio borrado. Clos acudió pensando que iba de incógnito. Cuando llegó, la información de la subasta detallaba dónde estaban el resto de las otras piezas del puzzle, incluidas las que él ya poseía. Maldición. Pero la compró.

Entre esta pieza y los fragmentos conocidos a través de Marcolin se ha podido reconstruir (en parte con dibujos) cómo fue la capilla en memoria de Iny.

Fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20130705/54377244956/acabar-puzzle-22-anos.html

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