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martes, 20 de mayo de 2014

Las mujeres reales en la corte de Amen-Hotep III

¿Destino o Ambición?
Conferencia de Teresa Bedman

Los antiguos egipcios creían, como aún lo hace algún pueblo en la actualidad, que por medio de la sangre se trasmitían todas las esencias espirituales que eran necesarias para poder alcanzar el equilibrio y la Maat establecida desde el principio de los tiempos. La tradición contaba que tras la Creación, varios dioses varones se sucedieron en el trono de Egipto, pero que más tarde, ya en época histórica, el trono fue ocupado por hombres cuya esencia espiritual era divina.

El papel desempeñado por la mujer en todo este proceso fue primordial pues ellas también poseían una naturaleza similar a la del varón, ya que eran la personificación misma de Nut, la diosa del cielo. Ciertas mujeres de la familia real, formaban parte del mito de Kamutef, según el cual, Nut se tragaba al sol cada noche, naciendo de nuevo de ella, al amanecer, renovándose del eterno proceso del anochecer y el amanecer de modo perpetuo. Por lo tanto Nut, la diosa del cielo, parece que era identificada como esposa y madre del dios solar.

En base a esta identificación mitológica, parece que se fundamentó el principio del derecho a ocupar el trono de las Dos Tierras por varones a quienes les había sido transmitido el mismo por algunas mujeres de la familia real; así pues, es generalmente admitido que eran ellas quienes legitimaban al rey por medio del vínculo del matrimonio.

Pretendemos analizar la importancia del papel desempeñado por ciertas Esposas Reales durante la Dinastía XVIII. Al mismo tiempo que veremos como, desde el harem de Mi-Ur, en el Egipto Medio, surge una casta de mujeres que, siendo portadoras del título de Ornamento Real, pues habían tenido relaciones carnales con reyes, generación tras generación, conspiran para hacerse con el control del trono de Egipto, en la medida en que serían las hijas e hijos nacidos del rey y de una de ellas, quienes, finalmente se sentasen en el trono de las Dos Tierras. Sin duda la presencia de estas mujeres en el desarrollo genealógico de la dinastía alteró la orientación de la legitimidad, derivando hacia ramas que no poseían, en principio, la total legitimidad dinástica para acceder al trono. Este proceso, traería consigo graves consecuencias al final de la dinastía y que fueron en gran medida las causantes del mundo de Amarna

Teresa Bedman

Fuente: http://ivde.org/las-mujeres-reales-en-la-corte-de-amen-hotep-iii/


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