Egipto está recuperando la normalidad, al menos así lo sienten los egiptólogos que trabajan en las diferentes misiones españolas esparcidas a lo largo del país del Nilo. “La situación ha ido mejorando sin pausa en los últimos dos años”, afirma Alejandro Jiménez, que dirige la excavación de Qubbet el-Hawa en Asuán. Las misiones ya se están preparando para iniciar una nueva temporada de excavaciones, que estrenará en los próximos días la egiptóloga Miriam Seco en el yacimiento tebano del templo de Millones de Años de Tutmosis III, uno de los faraones más relevantes del antiguo Egipto y una de las misiones más relevantes bajo dirección española.
Uno de los egiptólogos es Alejandro Jiménez, que se muestra especialmente optimista ante la situación que vive actualmente Egipto después de la inseguridad que provocó una estampida preocupante de turistas.
“Egipto es seguro”, recalca antes de añadir que “ahora ya no hay ni carteristas”. “Influye el pasado militar del actual presidente y se nota que el ejército está apoyando a la policía”, añade. Jiménez lamenta que su yacimiento sufrió expolios en 2013, concretamente en el almacén donde se encontraban las mejores piezas. “Otras misiones también sufrieron robos”, recuerda. “Ahora, en nuestro yacimiento hay seis policías en la entrada y otros tantos de la secreta paseando en el interior”. Aún así, reconoce que el turismo tardará en recuperarse. “Es difícil que el turista occidental decida volver porque pone en el mismo saco la situación egipcia actual con la de otros países problemáticos del Próximo Oriente”.
La misión en el yacimiento de Oxirrinco tiene un acento especial porque desde que se iniciaron las primeras acciones en 1992 los responsables tomaron contacto con una de las zonas del país más delicadas y sensibles, territorio en la provincia de Mínia, que está muy alejada de la parcela turística. “Nosotros hemos necesitado seguridad desde los inicios, y siempre vamos escoltados por coches policiales que, en determinados momentos, también nos tiene que flanquear en nuestras operaciones”, asegura Núria Castellano, miembro del la misión en Oxirrinco, quien, en el aspecto de la seguridad, cree que “no se han producido cambios importantes como sí que han sucedido en otros yacimientos”.
Castellano admite, gracias a esa seguridad y protección existente, no han sufrido expoliaciones en la época moderna. La última fue en el año 2000 cuando gracias a unos ladrones que intentaban robar una escultura en una parte subterránea pudieron iniciar excavaciones en la zona y descubrir la estructura de Osireion, “templo dedicado a los misterios y a las fiestas de la divinidad Osiris”, explica.
Actualmente, en Egipto trabajan ocho misiones españolas, un número muy inferior al de otros países como Francia o Alemania. El principal problema con el que se encuentran es la financiación. El propio Jiménez vio peligrar la continuidad de las excavaciones antes de lograr que su proyecto sea financiado este año por el Ministerio de Economía y Competitividad. Otras misiones, como el Proyecto Djehuty que dirige José Manuel Galán, cuenta con financiamiento privado. A pesar de esto, los logros de las misiones españolas son “sobresalientes”, según Jiménez. Núria Castellano también denuncia “la nula financiación” que recibe su misión por parte del ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a diferencia de otros yacimientos con presencia española. Los trabajos en Oxirrinco reciben el apoyo económico de la Universidad de Montpellier, la Universidad de Barcelona, y la Societat Catalana d’Egiptologia.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20161008/41837851578/arqueologia-egipto-jornadas-barcelona.html
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